Pionero mastozoólogo y ornitólogo venezolano
Nace
en Puerto Cabello, el 9 de diciembre de 1918, hijo de Agustín Fernández Herrera
y Doña Isabel Yepes Jahnke (El verdadero apellido es
Yepes aunque algunos usan Yépez), de cuya unión nacen Agustín (1916), María
Isabel (1917), Alberto, María Teresa (1920), Luisa Margarita (1922), Francisco (1923), Trina Elena (1925) y María
Josefina (1927). Desde su infancia los hermanos Fernández Yepes acompañan
frecuentemente a su padre en viajes de cacería por diferentes puntos del
territorio nacional, especialmente en los Llanos y con él aprenden a conocer la
naturaleza y la importancia de su conservación. Aún muy joven debió enfrentar
la pérdida de su pequeña hermana Luisa Margarita (1922) y la de su madre (1929),
quedando él y sus hermanos al cuidado de su tía, Luisa “Milina” Fernández Silva y de su padre. A pesar de que su padre y sus compañeros de excursiones eran aficionados
a la caza, tienen muy claro la importancia de proteger la naturaleza y
desde niños aprendieron a querer y proteger a los animales y siempre tenían en su
casa algunos ejemplares silvestres para criarlos en el patio como mascotas,
junto a las gallinas domésticas. Tampoco faltaban en la casa dos o tres perros entrenados
para la caza. Sus estudios de Educación Primaria los realiza, desde
En
1936 la familia se muda a Caracas e ingresa al Liceo Andrés Bello para
continuar sus dos últimos años de bachillerato, obteniendo el título de
“Bachiller en Filosofía y Letras” otorgado por la Universidad Central
de Venezuela, como era lo establecido en estos años. Ahora en Caracas, su pasión
por las ciencias naturales lo acerca, al igual que a sus hermanos Agustín y
Francisco, al círculo de científicos de la Sociedad Venezolana de Ciencias
Naturales, la cual había sido fundada el 29 de octubre de 1929 por hombres de
ciencia como Henri Pittier, Luís Razetti, Eduardo Röhl, Alfredo Jahn, Francisco
Izquierdo, William H. Phelps y su hijo William “Billy” Phelps Jr., Ricardo
Zuloaga, Francisco Tamayo, Enrique Tejera y F. Milá de la Roca. Fue en estas tantas reuniones que los tres hermanos Fernández Yepes escogerían el camino del
estudio de las ciencias naturales, Agustín se apasionó por los peces, Alberto
por las aves y Francisco por los insectos.
Alberto trabaja como vendedor de automóviles en una empresa llamada "El Automóvil Americano", negocio de William Phelps, con quien hace una buena amistad.
Alberto trabaja como vendedor de automóviles en una empresa llamada "El Automóvil Americano", negocio de William Phelps, con quien hace una buena amistad.
En
1937 sucedieron eventos que también marcarían la vida del futuro de los
hermanos Fernández Yepes. Por una parte el conocimiento de las aventuras y de coleccionamiento de animales con fines científicos que realizó la expedición al
Auyantepui, financiada por William H. Phelps y en la cual participaron
investigadores del American Museum of Natural History lo estimularon para acercarse más a las ciencias naturales y no menos importante es la creación de la Estación Experimental y la Escuela Superior de
Agricultura y Zootecnia, cuyos primeros investigadores y profesores de zoología hicieron también amistad desde 1938, aun no siendo estudiante de la misma. Alberto
conoció al Dr. Ventura Barnés Jr., zoólogo portorriqueño que además de profesor
de zoología de la Escuela Superior Por su parte Francisco encontró
en el profesor de entomología estadounidense Charles H. Ballou, la persona
ideal para continuar su interés por los insectos.
En 1938, Alberto ingresa a la Escuela de Medicina de la Universidad Central
de Venezuela. Con frecuencia visitan a Maracay para conocer los animales del Zoológico
o recorrer las montañas boscosas de Rancho Grande, recién decretado el primer parque
nacional en 1937. La pasión de Alberto por las aves era tal, que comienza a aprender
las técnicas de taxidermia y preparación de ejemplares para estudio, con el apoyo
del Dr. Ventura Barnés Jr. Este mismo año decide abandonar sus estudios de
medicina, para integrarse como el primer colector del equipo del ornitólogo William H. Phelps, quien iniciaría en 1938 un inventario de aves e iniciar una colección de las especies venezolanas, hoy día denominada Colección Ornitológica
Phelps de Caracas.
Ciertamente Phelps era un enamorado de las aves y su
primera visita a Venezuela fue en 1896 para complementar una información sobre
su tesis en ciencias en la Universidad de Harvard, visitando entre otras, la
parte nororiental del país para conocer la relación taxonómica entre las aves
de las islas de Margarita y Trinidad, con las de tierra firme, específicamente
en Cumaná, Cumanacoa, San Antonio de Maturín y Caripe. Para la época estas
localidades pertenecían al estado Bermudez. En San Antonio conoció a la
señorita Alicia Elvira Tucker Cotton (1876-1929), de quien se enamora. En 1897
regresó a Venezuela y buscó en San Antonio de Maturín a su enamorada venezolana
Alicia, se casa y se radica en el pueblo, donde nacen sus hijos William Henry
Jr. y John Prince.
En octubre de 1938, Alberto Fernández Yepes acompañado
del Dr. Ventura Barnés Jr. y su esposa Carmiña de Barnés forman parte de la
primera expedición ornitológica organizada por William H. Phelps. Así, Alberto
se convierte en el primer venezolano contratado como colector de aves de Mr.
Phelps. En este viaje al estado Falcón son reconocidos como el primer grupo en
ascender al cerro Santa Ana con fines científicos.
El 22 de julio de 1939 sale de La Guaira en unión de Fulvio
Benedetti, el segundo colector de aves contratado por Phelps, rumbo a la Isla de Margarita con el
objeto de hacer una colección representativa de las aves de esa isla para la Colección Ornitológica de Phelps. Sus observaciones generan la publicación de “Las Aves de Margarita” con
anotaciones sistemáticas de William H. Phelps, alcanzando 119 especies del
Cerro El Copey, Porlamar, Hacienda Ochenta, El Morro de El Palmar, Juan Griego,
Los Bagres, Hato Orinoco, San Antonio, Los Robles, Hacienda Chuaima,
Paraguachi, El Valle del Espíritu Santo, San Juan, Pedro González, Laguna de La Restinga , Laguna de las
Maritas, Boca de Río, entre otros lugares, adicionando 11 especies no observadas
antes y utilizando los nombres comunes utilizados por los habitantes de la
isla.
Alberto Fernández Yepes
Untándose aceite para evitar la plaga
En una expedición de la Colección Ornitólogica Phelps
En estas labores como colector científico se une al
círculo científico de Caracas y comparte interesantes tertulias con muchos
profesionales naturalistas. En una de estas conoce al famoso zoólogo
norteamericano George G. Simpson, invitado de Mr. Phelps, a quien él mismo lleva a Maracay y a Rancho Grande en el cercano
Parque Nacional de Rancho Grande, enseñándole las maravillas naturales de los bosques de sus
alrededores, así como también hace luego en otras localidades del país.
En planificadas expediciones recorre casi todo el
territorio nacional para estudiar y coleccionar aves en los más apartados
rincones, a bordo de un camión especialmente adquirido en Estados Unidos y acondicionado
a solicitud de Phelps, pero muchas veces sobre mulas o a pie que les
permitieran llegar a lugares alejados de los centros poblados y de los
polvorientos caminos de tierra de la época. Sus compañeros más frecuentes eran
el zoólogo Dr. Ventura Barnés y su esposa Carmiña, Fulvio Benedetti y Ramón
Urbano. Ocasionalmente pasaban algunos días en los campamentos el propio
William Phelps y su hijo Billy.
En enero de 1940 visita la región de Perijá y escribe sus
interesantes notas “Algunas Observaciones sobre la Tribu de Indios de Río
Negro, Sierra de Perijá, Estado Zulia” que lo inducen a estudiar para conocer mejor
estas etnias y años después, en 1944, presenta sus conocimientos en una amena
charla en la reunión ordinaria de la Sociedad Interamericana
de Antropología y Geografía, de la cual era miembro fundador y luego publicaría
estos resultados en “Anotaciones sobre los Indios Rionegrinos de Perijá (Acta
Americana, 3, 1945)”.
En 1940, el propio William Phelps lo convence que reanude
sus estudios universitarios y decide inscribirse en la Escuela Superior
de Agricultura y Zootecnia en El Valle (que sería más tarde la Facultad de Agronomía de la UCV de Maracay), donde sus
maestros el Dr. Barnés y Charles Ballou, imparten clases de Zoología y Entomología
respectivamente. Durante sus estudios se inclina, además de las aves por la Fitopatología y en
1943, cursando tercer año de su carrera, ocupa el cargo de Auxiliar del
Departamento de Fitopatología de la Escuela , publicando artículos como “Importancia del Envío de
Muestras Vegetales Enfermos para su Diagnóstico en el Departamento de Zoología
(El Agricultor Venezolano, 7, 1943” ,
“La Importancia de los Departamentos de Fitopatología en la Producción Agrícola
(El Nacional, 4/12/1943)”, “Sanidad Vegetal: Urgente Necesidad Nacional (El
Nacional, 13/02/1944), “Moniliasis del Cacao (Memoria de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
3, 1943” ,
“La Mancha de
Hierro del Café (Memoria de la
Sociedad de Ciencias Naturales La Salle , 3, 1943” , “La Candelilla de la Papa (Memoria de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
10, 1944” ,
“Contribución al Estudio del Almacenamiento de Maíz en el Trópico (3°
Conferencia Interamericana de Agricultura, Cuaderno Verde N° 67, 1945” y “Granero Rústico para
uso del Campesino (MAC, Publ. 1, 1947)”. Su dedicación a la zoología como
estudiante determina que sus compañeros lo apoden “Balucito” por su labor al
lado del profesor Ballou. Desde 1943 ingresa como miembro de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
donde también participa activamente en expediciones y en la organización de sus
colecciones zoológicas.
El 28 de junio de 1945, junto a su hermano Francisco,
obtiene su título de ingeniero agrónomo en la Universidad Central
de Venezuela en la III
Promoción “Juan Manuel Cajigal”. Alberto lo obtiene con el
título de “Doctor en Ingeniería Agronómica”, gracias a su estudio del problema
del pájaro arrocero en el país, por el cual recibe también “Diploma de Honor”
del Consejo Universitario de la
UCV , de manos del Rector Dr. Leopoldo García Maldonado. Su
promedio de calificaciones obtenidas alcanza 17,6 puntos, un claro indicador de
su dedicación a sus estudios universitarios durante cinco años.
Sin duda, su principal pasión es el estudio de las aves y
realiza varias publicaciones sobre su conocimiento taxonómico o su distribución
como “Las Aves de Margarita (Bol. Soc. Cienc. Nat., 7, 1943” , “Orden Trogoniformes y
sus representantes en Venezuela (Memoria de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
7, 1943)”, “Esquema de Clasificación de las Aves de Venezuela (Memoria de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
4 (11), 1944” .
“Introducción a la
Ornitología Venezolana (Memoria de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
4, 1945)”, “Lista Parcial de las Aves de la isla La Tortuga
(Memoria de la Sociedad
de Ciencias Naturales La Salle ,
4, 1945)”, “Ornitología: Esquema de la Clasificación Sistemática
de las aves (Evencias, Serie 1, N° 1, 1945)”, “Avifauna Venezolana: Orden
Tinamiformes (Memoria de la
Sociedad de Ciencias Naturales La Salle , 5, 1945)”, “Avifauna
Venezolana: Orden Colymbiformes (Memoria de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
5, 1945)”, “Avifauna Venezolana: Orden Procellariformes (Memoria de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
6, 1945)”, “Avifauna Venezolana: Orden Pelecaniformes (Memoria de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle ,
6, 1945)”, “La
Avifauna Venezolana y su distribución en Zonas Altitudinales
(Acta Venezolana, 1, 1946)”, “El Cardenalito en Venezuela (Revista El Canario,
4. 1947)”, “Lista Parcial de las Aves del Valle de Caracas, Observadas y
Coleccionadas en el Lapso 1940-1950 (Revista de la Facultad de Agricultura,
1, 1953)”, “Caso de Albinismo en Turdus
gymnosphthalmos (Revista de la Facultad de Agricultura, 2, 1953)”, “Presencia de
Spinus cucullatus en
Aragua (Natura, 25, 1964)”, entre otras.
Mención especial reciben aquellas aves que son importadas
o exportadas como ornato y es el primer venezolano en llamar la atención, en
artículos de prensa, sobre el peligro de importar especies de pájaros
provenientes de otros países y que podrían ser futuras plagas en nuestro medio.
Entre estas publicaciones se cuentan “Exportaciones de pájaros a Estados Unidos
(El Universal, 4/10/1945)”, “Exportación de pájaros Tropicales (La Esfera , 15/10/1945)”,
“Sobre el comercio y exportación de aves (El Universal, 28/11/1945)” y “Estamos
Importando una Plaga del Arroz (El Nacional, 10/05/1955)”, refiriéndose a la alondra. Muchas de sus puntos
de vista sobre estos problemas están aún en vigencia y en muchos campos
venezolanos vuelan, por ejemplo, bandadas de alondras, tejedores y capuchinos como símbolo de haber
ignorado sus advertencias.
Como Ingeniero Agrónomo nunca olvida la importancia del
estudio de las plagas de los cultivos y gracias a sus investigaciones publica
“Ataques del Spiza americana
(La Esfera ,
14/12/1944)”, “El Problema del Pájaro Arrocero (Agro, 1. 1945)”, “Ornitología
Económica: Tordos en Relación a la Agricultura (El Agricultor Venezolano, 10.
1946)”, “El Control de Insectos por Aves (Bol. Inst. Cultural
Venezolano-Británico, 3. 1946)”, “25 pájaros arroceros consumen un kilo de
arroz por día (El Nacional, 07/10/1956)”, “El Mirlo Molothrus bonariensis causando daño en maíz (Natura, 25,
1964)” y “Descripción de un tipo de trampa para colectar insectos (Revista
Agronómica, 36. 1965)”.
Con el Dr. Barnés, inicia también una colección de aves y
otros animales en la propia Escuela Superior de Agricultura y Zootecnia, la cual con el
tiempo formaría la Colección
de Vertebrados del Museo MIZA-UCV que hoy lleva su nombre. Continuó de forma permanente
enriqueciendo la Colección
de Vertebrados y otros animales invertebrados como arácnidos, escorpiones, crustáceos y moluscos, que más
tarde, en 1989, forman parte del Museo del Instituto de Zoología Agrícola
(MIZA), cuya colección de vertebrados lleva su nombre por decisión del Consejo de Facultad. La colección de insectos y el Museo general lleva el nombre de su hermano Francisco Fernández Yépez, destacado entomólogo
que también dedicó su vida como profesor en esta Casa de Estudios.
El 21 de julio de 1943 contrae matrimonio con Rosa
Julieta Badillo, vecina también de El Valle en Caracas y con quien tendrá cinco
hijos: Julieta Elena (1946), Alberto José (1948), Agustín José (1950), Ernesto Antonio
(1953) y Rosa Isabel (1954). Para su viaje de bodas escoge el famoso Hotel
Jardín de Maracay, desde donde se podían hacer paseos para disfrutar de
hermosos paisajes en Turmero, San Mateo, Güigüe, Valencia y por supuesto a
Rancho Grande y a las playas de Turiamo.
Desde ese momento vive en casa de su suegra en El Valle,
Caracas, Doña Rosa Francieri de Badillo, quien es Directora de la Escuela
Municipal Graduada Abigail González que funciona en esta misma casa. Viven allí
también los otros tres hijos de Doña Rosa, Víctor Manuel y su esposa Delia
Spósito, Eduardo Alfredo y Olga Violeta. En 1946 Alberto y Julieta tienen su
primera hija, Julieta Elena y en 1947 establecen su residencia definitiva en la Calle Real de El Valle,
en la casa N° 61, adquirida años atrás, pero que tenía alquilada a una familia.
Durante estos años realiza varias excursiones con fines
de coleccionamiento de plantas y animales, junto a sus hermanos Agustín y
Francisco, su cuñado Víctor Badillo Francieri y otros naturalistas como William
H. Phelps, Henri Pittier, Ventura Barnés, Charles Ballou, Julian
Steyermark, Walter Dupuy, J. M. Cruxent,
Edgardo Mondolfi, Gastón Vivas-Berthier, Ramón Aveledo Hostos, Fulvio
Benedetti, entre otros. Su amor por los animales queda evidenciado por la gran
cantidad de pájaros que cría con mucho cariño en su casa, en especial razas de
canarios y gallinas de raza.
Como estudiante participa en diversas actividades y se
muestra siempre preocupado por el destino de su casa de estudios lo que
demuestra publicando “La
Escuela Superior de Agricultura y el Futuro de la Economía Agrícola
Nacional (El Nacional, 4/12/1943)”, donde resalta la necesidad de elevar la Escuela al rango universitario.
En 1945, como miembro de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle
forma parte de la primera expedición científica a la Isla La Tortuga a bordo
del barco “El Leandro”, donde se encarga de las anotaciones de avifauna de este
inhóspito lugar caribeño. De esta excursión resultan algunas publicaciones como
“Fauna y Flora Tortuguensis (Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle , 5, 1945)”.
En 1945, recién graduado, el Director de Ganadería del
Ministerio de Agricultura y Cría le ofrece el cargo de Director del Jardín
Zoológico de Maracay, lo cual finalmente no cristaliza debido a que prefiere no
aceptar la presión de tener que inscribirse obligado en el Partido Demócrata
Venezolano (PDV) y muy desilusionado le informa a su padre en una carta que le
envía a Guanare “Es penoso que en este país le dan más importancia a la
militancia política que a los conocimientos”.
El 1° de julio de 1945 inicia su labor como docente profesional
en la misma Escuela Superior de Agricultura y Zootecnia, donde dicta clases de Zoología
Agrícola, más tarde también de Ingeniería Agrícola (1947), Conservación de
Granos (1947 y 1951), Cultivos Generales I (1950) y de Horticultura (1951).
Sin dejar de ser profesor de la Escuela, en agosto de
1945 obtiene también el cargo como agrónomo auxiliar en la Sociedad Cooperativa
Interamericana de Producción de Alimentos en Caracas, desde donde tiene que
viajar con frecuencia a Maracay y Tocorón para revisar silos y encontrar y
controlar sus plagas. Además de cumplir los compromisos de su trabajo en
Maracay, con frecuencia visita también Rancho Grande, donde conoce, entre
otros, a William Beebe, Jocelyne Crane y Henry Fleming de la Sociedad Zoológica
de Nueva York, compartiendo sus experiencias desde 1946 hasta 1949. Estas
frecuentes visitas le permiten conocer, acompañado de William H. Phelps los
estudios de migraciones de aves de W. Beebe a través del Paso Portachuelo y
quedar enamorado definitivamente de los exuberantes bosques de esta región.
Estas tertulias incluyeron largas discusiones sobre las posibilidades de crear
una Estación Biológica en Rancho Grande, aunque se oponía a que fuera
administrada por organizaciones extranjeras. Beebe logra hacerlo más tarde en la Isla de Trinidad.
En marzo de 1947 es nombrado Inspector de Granjas y
Agencias Agrícolas del Ministerio de Agricultura y Cría. Ahora los trabajos con
Mr. Phelps quedan atrás, pero su amistad permanece, lo visita con frecuencia y revisa
especímenes de su colección que le sirven de apoyo en su labor como colaborador
de la Colección
de Aves del Museo de Ciencias Naturales de Caracas y el 28 de febrero de 1947
es nombrado Conservador Ad Honorem de la misma. Este mismo año es
nombrado también Jefe de la
División de Extensión Agrícola y Miembro de la Comisión Consultiva
de la Dirección
de Agricultura, ambas funciones del Ministerio de Agricultura y Cría. También
trabaja como Técnico Agrícola al servicio de la Venezuelan Basic
Economy Corporation.
En 1948 ocupa el cargo de Jefe de la Sección de Economía de la División de Estudios
Agroeconómicos de la
Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras
Públicas y luego (1949) es Ingeniero Adjunto al Director de Obras de Riego del
mismo Ministerio. Continúa impartiendo clases de zoología en la Escuela
Superior que ahora pasa a la Universidad Central de Venezuela como Facultad.
Desde 1950 la ahora Facultad de Ingeniería Agronómica de la UCV se muda a Maracay y
Alberto continúa su labor en el área de extensión y economía agrícola en
Caracas, pero debe viajar con frecuencia a Maracay para cumplir sus funciones
como profesor de zoología agrícola. Sus viajes a Maracay los aprovecha para
seguir visitando Rancho Grande y charlar e intercambiar ideas con su nuevo amigo
Ernst Schäfer, Jefe de la Estación Biológica. En San Antonio de Los Altos
obtiene una parcela agrícola que comparte con su amigo botánico Ludwig Schnee,
donde diseña y construye una pequeña casa vacacional, desde donde aprovecha para
estudiar las plagas de los cultivos de las cercanías y por supuesto su avifauna. La Universidad lo nombra
Profesor Asociado el 23 de junio de 1950.
Sus vacaciones o días festivos siempre las combina con
labores de estudio y coleccionamiento de especies zoológicas para enriquecer
las colecciones de la
Universidad , visitando lugares como Maracay, el Club Náutico del
Lago Tacarigua (o de Valencia), Rancho Grande, Turiamo, San Antonio de Los
Altos, Carrizales, Higuerote, Cúa, entre otros.
Desde 1952
a 1960 ingresa al Consejo de Bienestar Rural (CBR),
donde primero trabaja como Asistente en administración Agrícola y luego como
Director del Programa de Extensión en el estado Aragua, dedicando gran parte de
su tiempo en los llamados Clubes 5V y las Escuelas de Demostradoras del Hogar
para capacitar a los campesinos del Estado. El Consejo de Bienestar Rural era
una sociedad civil venezolana dedicada a incrementar la producción agrícola y
mejorar la calidad de vida del medio rural; administrado por el Ministerio de
Agricultura y Cría, el Instituto Agrario Nacional, el Banco Agrícola y Pecuario
con apoyo financiero de la sociedad filantrópica “Asociación Internacional
Americana” fundada por el Sr. Nelson Rockefeller, la Cróele Petroleum
Corporation, Compañía Shell de Venezuela, Mene Grande Oil Company,
International Petroleum Corporation y la Socony Vacuum Oil
Company. Sus oficinas, que pertenecen a la Zona 6 del MAC, ocupan algunas casas o locales
alquilados.
En 1953 es nombrado Coordinador del CBR en el estado Aragua.
Entre los meses de julio a octubre de 1954 es enviado a Lima, Perú para seguir
el I Curso Internacional de Capacitación en Extensión Agrícola en el Instituto
Interamericano de Ciencias Agrícolas de la Organización de
Estados Americanos (OEA). Lo acompañan los agrónomos venezolanos Diego Serpa, especialista
en cítricos y quien dirigía el programa del CBR en los estados Carabobo y
Cojedes y el Dr. Servando Bastardo García, graduado en Lima, que dirigía el
programa en los estados Lara y Yaracuy. Otros dos agrónomos de Venezuela,
Hurtado y Fuentes, también realizarían este curso, al que asisten también profesionales
de la agronomía de Colombia, Honduras, Chile, Bolivia y Perú.
Como Extensionista del CBR trabaja y hace amistad con
diversos profesionales como Howard E. Law, José Rodríguez Brito, Diego Serpa, Edmundo Rojas,
Evelio Tovar, Denisse de Dabrosky, John Heilman, entre otros.
Publica interesantes trabajos sobre Extensión Agrícola como “Instrucciones para
el Programa de Ensayos con Fertilizantes y Análisis de los Suelos (Boletín del
CBR, 1953), “Selección de Semillas de Maíz (Boletín del CBR, 1953)”, “Manual
para Uso de los Instructores en los Centros de Adiestramiento Agrícola (Boletín
del CBR, 1953)”, “¿Qué es y qué hace el Consejo de Bienestar Rural en
Venezuela? (Agro, 8. 1954)”, “Programa de Crédito para el Mejoramiento de las
Condiciones Económicas Sociales de los Agricultores, Ganaderos y Pescadores del
Estado Nueva Esparta (Boletín del CBR, 1958)”, “La Extensión Agrícola
(La Esfera ,
10/9/1960)” y “Dirección de Extensión: Urgente Necesidad Nacional (Agro, 15.
1961)”.
En 1955 decide establecerse definitivamente en la Ciudad Jardín de
Maracay estableciendo su residencia en una casa alquilada en la todavía angosta
Calle 19 de Abril Este, N° 82-2 (al lado de donde hoy está la Clínica Lugo ). Aquí
estaba funcionando el CBR, que ahora se mudaba para una quinta en la
Urbanización Calicanto y luego definitivamente sería instalado en el nuevo
edificio sede de la Zona 6 del Ministerio de Agricultura y Cría en la Avenida Las Delicias de
Maracay (Donde luego funcionará el Conservatorio de Música).
Forma parte, junto a su colega Luis J. Medina y su
hermano Francisco Fernández Yepes del comité encargado de la celebración del 10º
aniversario de su Promoción de Ingenieros Agrónomos. El evento se realiza el 16
de julio de 1955 y asistieron como invitados especiales el Decano de la Facultad , Alejandro
Rodríguez Landaeta y el profesor de botánica Ludwig Schneé.
El 3 de diciembre de 1956 funda, con apoyo de estudiantes
y algunos profesionales, el I Curso de extensión agrícola en la Facultad de Agronomía de la UCV , que alterna con sus
clases de zoología agrícola. Es nombrado Coordinador del Consejo de Bienestar
Rural en el Estado Aragua y se dedica a la creación de Agencias de Extensión en
diversos pueblos agrícolas del Estado como Turmero, Palo Negro y San Francisco
de Asís, en convenio con el Ministerio de Agricultura y Cría.
También lleva por primera vez mensajes de capacitación para los agricultores de la región a través de programas radiales regionales. Su labor recibe elogios de la directiva internacional relacionada con el CBR y es invitado, junto a su esposa, a conocer diversas actividades agropecuarias de la organización en varias localidades del Estado de California, donde es recibido por el Dr. Paul Spilbury en su propia casa. Este compromiso lo obliga a renunciar a formar parte, como pensaba hacerlo, de la I expedición de la UCV al Auyantepui, en la que participan sus hermanos Agustín y Francisco.
Alberto Fernández Yépez (6º de izquierda a derecha),
Coordinador del Consejo de Bienestar Rural (C.B.R.).
También lleva por primera vez mensajes de capacitación para los agricultores de la región a través de programas radiales regionales. Su labor recibe elogios de la directiva internacional relacionada con el CBR y es invitado, junto a su esposa, a conocer diversas actividades agropecuarias de la organización en varias localidades del Estado de California, donde es recibido por el Dr. Paul Spilbury en su propia casa. Este compromiso lo obliga a renunciar a formar parte, como pensaba hacerlo, de la I expedición de la UCV al Auyantepui, en la que participan sus hermanos Agustín y Francisco.
En mayo de 1957 se muda en Maracay a su nueva casa que,
tal como le gustaba hacer con sus proyectos, fue diseñada con planos y maqueta
en madera balsa por él mismo, con el apoyo del constructor italiano Tonelli,
ubicada en la cercana y recién construida Urbanización La Esperanza , 2° Avenida,
N° 10. Allí tiene ahora un cómodo estudio con su biblioteca donde dedica largas
horas a escribir sus comunicaciones, opiniones y artículos. Con frecuencia
visita el Club Náutico y Terminal del Lago Tacarigua o de Valencia, Guamita,
Rancho Grande, Turiamo, la hacienda Mozanga en Guacara y la hacienda Bucarito
en Montalbán, donde colecta muestras de fauna y toma notas de plagas de cultivos.
En 1958 forma parte de los profesionales fundadores del
Programa de Vivienda Rural de la
División de Malariología del Ministerio de Sanidad y
Asistencia Social, como Asesor Técnico y en la Universidad Central alcanza la máxima categoría como Profesor Titular en la Cátedra de Zoología
Agrícola el 2/10/1958.
En julio de 1960 considera fuera de lugar que sea
presionado para que se inscriba en el partido COPEI como condición para
continuar recibiendo apoyo por parte del gobierno a sus proyectos con el CBR.
Considera que las decisiones del Convenio MAC-CBR ya se han politizado mucho,
alejándose de sus objetivos y decide renunciar voluntariamente por estar en
desacuerdo además con la separación del Dr. Howard E. Law de la Dirección Nacional
del CBR. En carta dirigida al Sr. José Rangel Parra, Secretario Agrario
Regional del Partido COPEI le informa de su renuncia a su cargo y
resalta: “Es para mi doblemente doloroso haber tenido que tomar esta
resolución, ya que ello no involucra solamente mi separación de una
Organización a la cual serví durante cerca de nueve años en Programas dirigidos
a nuestros pequeños productores, sino que además me obliga a separarme de la Secretaría Agrotécnica
donde en colaboración con usted, teníamos tan buenos proyectos para el futuro
inmediato en pro de las Ligas Agrarias Campesinas. Tal separación se debe en
primer lugar a que mis nuevas actividades me impiden cumplir con esas
obligaciones y en segundo lugar que habiendo sido la primera vez en mi vida que
actúo dentro de una Organización Política he recibido la desilusión más grande
mi vida”.
El Personal del CBR, el 26 de agosto de 1960, realiza un
sencillo pero emotivo acto para hacerle entrega de un reconocimiento por su
meritoria labor como Coordinador. El diploma lo firman Howard Law, Lionel
Hernández, Tiburcio Linares, Eduardo Mosquera, Evelio Tovar, Juan José
Oliveros, Francisco Acosta, Ljubonir Urossevich, Eustoquio Tovar, Miguel A.
Ramírez, Carlos Thouyas, Edgar Cuevas, Austria de Lagarde, Denisse de
Dabrowski, Berta Noguera, Juan Pablo Bolívar, Mario Gelvez y Elda Marquina.
Ahora como profesor de zoología agrícola pasa a
dedicación exclusiva y dedica mayor tiempo a actividades universitarias. En la vecina Facultad de Ciencias Veterinarias, realiza en julio de 1960 un “Curso sobre Avicultura”. Es nombrado Jefe de la Oficina
de Control de Estudios de la
Facultad (26/2/1962), Jefe del Departamento de Zoología
Agrícola (6/11/1962), miembro del Consejo Técnico del Instituto de Zoología Agrícola
(1963-1965) y de la Comisión
de Presupuesto de la Facultad
(1963-1965). Realiza, junto con otros miembros de la Cátedra el “Manual de
Zoología Agrícola” y “Guías para las Prácticas de Zoología Agrícola”.
Visita con mayor frecuencia Rancho Grande para estudiar
su variada fauna y recibe un modesto apoyo que le permite trabajar en los
laboratorios y quedarse varios días en la Estación Biológica
del entonces Ministerio de Agricultura y Cría. Conociendo los grandes espacios
abandonados del edificio de Rancho Grande, emprende una labor para conseguir
que le sean donados a la universidad algunos espacios para instalar sus propios
laboratorios de zoología. Gracias a sus gestiones, el 3 de agosto de 1959 el
Ministro de Agricultura y Cría autoriza a la Facultad de Agronomía
para que acondicione unos cuartos de la planta alta del edificio. Alberto se
dedica personalmente a diseñar y dibujar los planos de remodelación de esos espacios, los
cálculos de ingeniería y los costos, logrando que se inicie casi
inmediatamente la anhelada obra, la cual debe detenerse en 1960 por falta de
recursos económicos. No desmaya en la búsqueda de otras alternativas y mientras
hace nuevas gestiones, consigue que le asignen a la Facultad , en calidad de
préstamo, una pequeña casa que se encontraba un poco más arriba del restaurante
de Rancho Grande, donde continúan sus estudios sobre la fauna del Parque.
Finalmente el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV ofrece su apoyo financiero
y el 10 de febrero de 1966 se lleva a cabo el acto de inauguración de la Estación Biológica
de Rancho Grande de la Facultad
de Agronomía de la UCV ,
que más tarde llevaría su nombre como homenaje a su esfuerzo. Desde este día
ejerce la Dirección
de la Estación
Biológica y logra atraer el interés de otros investigadores,
técnicos y estudiantes de la
Facultad que la visitan. En la
Facultad de Agronomía ocupa diversos cargos, es electo
miembro del Consejo de Facultad para el período 1963-1965, es nombrado
Representante Permanente de la Comisión Clasificadora
Central (13/5/1964) y miembro de la
Comisión de Orientación Educativa (21/10/1965).
En Cagua, en el Servicio Shell para el Agricultor (luego
Fusagri), realiza y aprueba el Curso sobre Nematología Agrícola del 5 al 30 de
octubre de 1964.
Después de tener como tradición de varios años pasar sus
vacaciones de Semana Santa en una cabaña alquilada a orillas del mar de la Bahía de Cata, hace la
reserva de compra de una parcela en la nueva Urbanización Cata. Durante estas
vacaciones dedica tiempo en observar y colectar la fauna y enseñar a sus hijos
la innumerable variedad de especies que pueden habitar en sus ambientes. Diseña
él mismo y hace una maqueta del proyecto de casa vacacional para el terreno, que nunca llegó a realizarse. Finalmente la parcela fue comprada por su viuda e
hijos en calidad de sucesión en 1974, quienes heredaron el derecho a la compra.
Con algunas construcciones modestas y disfrutadas plenamente por sus descendientes
para finalmente ser vendida en el año 2011.
Desde años atrás siente también interés por las
explotaciones de aves, tal como lo demuestran publicaciones como “Estación
Experimental Avícola: Urgente Necesidad Nacional (Agro, 9. 1954)”, “Solución al
Problema del Mercadeo de huevos (El Nacional, 1956)” e “Incrementemos nuestra
Avicultura (El Nacional, 2/1960)”. En 1962 estudia las factibilidades de cría
de la codorniz como alternativa de consumo de carne y huevos de aves, diseñando
y construyendo él mismo unas instalaciones en el Instituto de Zoología
Agrícola. Su publicación “Cría Doméstica de la Codorniz (Boletín del
Instituto de Zoología Agrícola, Facultad de Agronomía, UCV, 1966)” es todavía
utilizada y muy buscada como guía para la cría de estas aves domésticas.
Como profesor participa activamente en comisiones, es
miembro del Consejo de Facultad y se manifiesta a favor del movimiento para la
creación de una universidad propia para Aragua que ya mencionaba como “UVA” o
Universidad de los Valles de Aragua, idea que también es propuesta al
Consejo de Facultad por el Decano, Manuel Vicente Benezra pero que al incluir su separación de la Facultad
de Agronomía de la UCV ,
desató protestas del estudiantado y parte del personal docente. Ciertamente
la idea de la “Universidad Rural” del Dr. Benezra no es aceptada y años después
será la semilla de la creación de la Universidad Nacional
Experimental de los Llanos Occidentales “Ezequiel Zamora” en Guanare. Este
hecho contribuye a que, desde entonces, las ideas de nuevas universidades en Maracay no sean
bien vistas.
El 13 de julio de 1966 recibe la Orden José María Vargas
en su 1° Categoría “Corbata” en mérito a su labor universitaria y por
Resolución del Consejo de la
Orden del 28/6/1966.
En mayo de 1967 sufre de un primer infarto que lo
mantiene interno en una clínica durante más de un mes. El cargo de Director de la Estación Biológica
es ahora ejercido por su hermano Francisco, pero al recuperarse reanuda sus
visitas a Rancho Grande, al Paso Portachuelo, Pozo del Diablo y Cata con el
mismo entusiasmo e interés por conocer la fauna del Parque Nacional Henri
Pittier.
Preocupado por el destino de nuestros bosques y fauna,
dedica ahora mayor tiempo a dictar charlas sobre conservación y publicar
diversos artículos de prensa en su defensa y luego, trabajando con su amigo, el
malariólogo Gregorio Ulloa, publica en 1968, las primeras claves para la
identificación de los mamíferos de Venezuela y poco después el primer listado
de la distribución conocida para cada especie. Propone crear un Centro de Investigación Nacional sobre la Fauna y de realizar un Foro
Nacional de Fauna. Publlica diversos artículos en defensa de algunas especies
particulares amenazadas; la importancia de las aves plagas en el cultivo del arroz, propuesta de crear
reservas de fauna; los efectos del uso indiscriminado de plaguicidas sobre los
peces; la defensa del Parque Nacional Henri Pittier; las
posibilidades de explotación racional del recurso fauna; la propuesta de
creación de una Estación Biológica para el estudio de la fauna silvestre
(incluyendo planos elaborados por él mismo para crear esta Estación en El
Limón, donde efectivamente se crea la Estación de Piscicultuta y luego funciona Profauna y es sede del MUseo de Biología de Rancho Grande. Propone un programa nacional de
investigación para el recurso fauna y el control de la cacería en el país en
función de la conservación de especies, promueve la creación de una Federación de
Cazadores y las modificaciones a la propuesta de una nueva Ley de Fauna Silvestre;
entre otros. Estos artículos fueron publicados en El Nacional, El Universal, la Revista Náutica y
Caza y otros diarios y revistas de circulación nacional o regional,
contribuyendo significativamente en muchas de las acciones, leyes y
organizaciones que hoy funcionan en el país.
En mayo de 1968, dentro del marco de la celebración del
10° Aniversario del Programa Nacional de Vivienda Rural de la División de Malariología
y Saneamiento Ambiental, recibe un reconocimiento como “Su Precursor”. El 18 de julio de 1968 es nombrado Presidente de la Comisión de la Escuela de Graduados de la Facultad de Agronomía de la UCV y se constituye así en el
primer Presidente de esta Comisión de la Facultad , lo cual no ha sido reconocido con
justicia por mezquindades políticas.
Agustín Fernández Yepes (a la izquierda)
en amena conversación con su hermano Alberto
En 1969 visita, en compañía de Gregorio Ulloa y su hijo Alberto, estudiante de agronomía, la región arrocera y cañera del Estado Portuguesa para reconocer daños causados por ratas y según quejas de los agricultores, investigar sobre la presencia de un pájaro diferente al tradicional “arrocero”. Visitan varias fincas en los alrededores de Acarigua, se hacen observaciones, se toman notas de daños y se colectan ejemplares de roedores y de las aves, logrando la identificación del nuevo arrocero como una especie migratoria del norte conocida como bobolink o arrocero negro (Dolichonyx oryzyvorus). Constituye este hecho el primer señalamiento de esta especie como plaga del arroz y prepara una publicación que lamentablemente no pudo concluir. Este viaje continuó hasta San Rafael de Mucuchíes, donde realizaron observaciones sobre aves semilleras del género Spinus, como el turpialí.
Colabora con la Sociedad de Antropología e Historia del Estado Aragua
en relación a la ubicación de sitios de valor arqueológico en Maracay, tales
como los Campos de Caña de Azúcar de la vía a El Limón y es aceptado como
miembro en 1969.
El Dr. Miguel Rodríguez Viso, Gobernador del Estado lo
convence de que sea miembro de la Comisión Regional de Turismo, recién creada por
Resolución N° 200 del 30 de mayo de 1969.
Preocupado por el deterioro ambiental en Aragua trabaja por proponer
mejoras y hacer infraestructuras acordes con el entorno natural en lugares de
interés turístico como la costa aragüeña, las represas de Zuata y Camatagua y
el Lago de Tacarigua (o de Valencia). De su gestión sólo lograr otra desilusión
por los manejos políticos que privan sobre los profesionales. Funda y colabora en las primeras clases de la Cátedra de Zoología
Agrícola de la
Universidad Centro-Occidental Lisandro Alvarado de Barquisimeto,
donde es nombrado padrino de la primera promoción de ingenieros agrónomos de
esta Universidad que egresa el 27 de junio de 1969.
El 27 de julio de 1970 le repite un infarto y fallece en
Maracay a las 5:00 a,m. a la edad de 51 años. La noche anterior había estado celebrado
en el Círculo Militar de Maracay, junto a sus viejos compañeros y profesores de
la III Promoción
“Juan Manuel Cajigal”, el 25º aniversario de su graduación.
En reconocimiento a su labor en pro de la conservación de
los recursos naturales del país es propuesto como candidato post mortem al Premio Nacional de Conservación (el cual
no es aceptado supuestamente por otorgarse sólo a personas en vida).
En 1973 el Consejo de Bienestar Rural, dentro del marco
de su 25° Aniversario le otorga un reconocimiento post mortem, el cual
es recibido por su hijo Ingeniero Agrónomo Alberto Fernández Badillo de manos
del Dr. Edgardo Mondolfi, Director de la Institución.
El Consejo de la Facultad de Agronomía de la UCV bautiza con su nombre la Colección de Vertebrados
del Museo del Instituto de Zoología Agrícola.
En febrero de 1987, durante los actos del 50° Aniversario
del Parque Nacional Henri Pittier y 21 años de funcionamiento de la Estación Biológica
de Rancho Grande de la
Universidad , el Consejo de la Facultad de Agronomía
resolvió bautizar ésta con su nombre. En ese momento su hijo Alberto Fernández Badillo
se desempeña como Jefe de la
Estación. Al acto asiste su viuda, Julieta Badillo de
Fernández, sus hijos y otros familiares y amigos.
Recibe un reconocimiento post mortem como
integrante de la comisión promotora de la construcción de la sede del Centro de
Profesionales Universitarios del Estado Aragua (CEPROARAGUA). El diploma es
recibido por su hijo Alberto Fernández Badillo con la presencia de su madre y
hermanos.
El 22 de marzo del 2001, recibe un nuevo reconocimiento post
mortem al ser escogido como “Personaje Ambientalista del Estado Aragua” por
el Consejo Legislativo del Estado Aragua dentro del marco de la celebración del
“Día del Agua”. Su hijo Alberto Fernández Badillo realiza una exposición al
público presente sobre su vida; mientras su hijo Ernesto Fernández Badillo hace
una presentación sobre el “Parque Nacional Henri Pittier”, escogido como
“Símbolo Ambiental del Estado”.
1 comentario:
Orgulloso de haber compartido contigo una historia digital en la Lista de Ecología y Ambiente de Venezuela (LEA) en los inicios de Internet en Venezuela, dandole al Movimiento ambientalista un perfil nacional con la participación de buena parte de los activistas e investigadores mas comprometidos por la causa ecologista de entonces, a finales de la decada de los 90. Un fuerte abrazo virtual!!Jrge Hinestroza. /Jlhinestroza@gmail.com
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