sábado, 8 de septiembre de 2018

AGUSTÍN FERNÁNDEZ YEPES

Pionero de los estudios ictiológicos en Venezuela
Hijo mayor del matrimonio de Agustín Fernández Herrera (1889-1956) e Isabel Yepes Jahnke (?-1929) (El apellido original es Yepes y a mediados del Siglo XX algunos comenzaron a escribirlo como Yépez y así se popularizó entre algunos familiares), nació en Caracas el 2 de junio de 1916 y fue bautizado como Agustín Antonio. Con el tiempo le siguieron siete hermanos, dos varones y cinco hembras María Isabel (1917), Alberto (1918) María Teresa (1920), Luisa Margarita (1922) que falleció de sólo 3 años, Francisco (1923), Trina (1925) y María Josefina (1927). En 1929 fallece su madre Isabel, por lo que su tía abuela Luisa “Milina” Fernández Silva (1878-1956) se viene de Estados Unidos para acompañar a su padre y encargarse de educar a los hermanos Fernández Yepes. Él es el mayor con apenas 12 años.
En 1924 Agustín estudia primaria en el Colegio La Salle en Valencia, concluyendo en 1930; ingresando al Instituto La Salle en Caracas, donde en 1932 toma un curso de Mecanografía y concluye el bachillerato en 1934.
Ingresa en 1935 a la Universidad Central de Venezuela en Caracas para seguir y graduarse de Agrimensor Público, el 24 de enero de 1938, defendiendo su tesis de doctorado titulada “Paralaje: Cálculo de la distancia al sol” (publicada) y recibe su título el 11 de febrero de 1938. En 1935 toma un curso de Radiología en Caracas.
En Caracas trabaja en levantamientos topográficos y en reconocimiento a su dedicación y capacidad de trabajo como agrimensor fue contratado para el trabajo del levantamiento de las calles y otras infraestructuras de la futura Urbanización Santa Eduvigis en Caracas. Este trabajo fue bien remunerado y le permitió disponer de una buena cantidad de dinero que gasta rápidamente para obtener lo que necesita para sentirse feliz sin adquirir bienes de lujo y durante toda su vida siempre se caracterizó por ganar y gastar mucho y ahorrar poco.
Se siente atraído por los aviones y en febrero de 1941 se inscribe en Boca de Río, cerca de Maracay, en la “Escuela de Aviación Civil Miguel Rodríguez” dentro del grupo conocido como “Alumnos de Primer Grado del Tercer Grupo”. La Escuela había sido decretada el 16 de diciembre de 1937 e inaugurada el 11 de febrero de 1940. Lamentablemente no puede concluir sus estudios y obtener su certificado de piloto.
En 1942 viaja a Estados Unidos recomendado por oficiales de la Misión Americana de Venezuela con una presentación escrita para el Departamento de Guerra de Estados Unidos para mostrar planos y solicitar patente de un invento que consistía en una ametralladora por debajo de cualquier avión de caza y que podría utilizarse tanto ofensivamente como para proteger al avión de una persecución hostil. Supuestamente no le fue conferida la patente por estar en situación de guerra, pero su invento fue acogido y utilizado desde entonces en algunos modelos de aviones de caza estadounidenses que participaban en la 2ª Guerra Mundial.
En 1944 contrae matrimonio en Caracas con Hilda Canelón Olivo. El 30 de marzo de 1945 nace en Caracas su primera hija, a quien llamó Isabelita, en recuerdo a su madre y por ser un nombre común de peces marinos de las costas venezolanos del género Chaetodon spp.
Becado por el Ministerio de Agricultura y Cría, a comienzos de 1946, viaja a Estados Unidos y se radica en el pueblo de Palo Alto en el estado de California, para estudiar ictiología en un programa para estudiantes no graduados de la Universidad de Stanford. Allí se dedica al estudio de los peces de Venezuela y Suramérica, su pasión desde que era un niño, recibiendo apoyo del Dr. George Sprague Myers, Curador de Peces, que lo autorizan para revisar los especímenes depositados en la colección del “Natural History Museum Stanford University”, por otra parte, el también ictiólogo Dr. Wilbert Chapman lo apoya en la ciudad de San Francisco, donde revisa especímenes venezolanos de la colección del Museo de “California Academy of Sciences”. Antes de su regreso a Venezuela hace una corta escala en México y ya en el país publica los resultados de sus revisiones.
Funda en 1946 una asociación llamada “Establecimiento Venezolano de Ciencias Naturales” y su revista científica “Evencias”, invitando a amigos ictiólogos a publicar en la misma. Su primera publicación en esta revista lo hará en la serie 1, Nº 2 titulado “Corronchos, panaques y agujas de Venezuela”. En 1947, se dedica a trabajar como técnico en biología pesquera y casi de inmediato inicia sus estudios de los peces del país, colectando en diversas localidades y revisando diversos géneros y especies.
En mayo de 1947 y gracias a las revisiones realizadas en Estados Unidos, publica “Charaxodon, a new genus of characid fishes from South America” (Evencias, Serie I, N° 3). A este nuevo género transfiere las especies Charax rupununi y Ch. metae, ya descritas anteriormente por Eigenmann.
En 1948 se residencia en Cumaná y trabaja en la Estación Experimental de Caiguire, donde se dedica a estudiar los peces marinos de interés económico. Comienza su colección particular, con numeración cronológica y utilizando las siglas AFY en las etiquetas de los ejemplares preservados. Como complemento a sus observaciones comienza a realizar ilustraciones de las diferentes especies bajo la asesoría de su amigo y dibujante Marcial León. Un año después conoce y contrata a Julio Antón quien será su compañero, colector y amigo durante toda su vida, así como a José Moreno, eficiente colector y ayudante de campo.
En 1948 los zoólogos estadounidenses George S. Myers y R.R. Harry describen como nueva especie de cíclido a Apistogramma ramirezi, en honor a su colector, Manuel Vicente Ramírez, primer comerciante de la especie que comenzó a ser muy apreciada como pez de acuario. Mucho más tarde, la especie ha sido ubicada en otros géneros como Microgeophagus, Papiliochromis, Pseudoapistogramma y Pseudogeophagus. Agustín llama al pequeño pez “Ramirito” y así queda como apodo de su amigo Manuel Vicente de toda su vida.
En Cumaná nace su segunda hija, Rebeca, el 27 de diciembre de 1948. En 1949 el ictiólogo estadounidense Robert Smith llega a Caigüiré para trabajar a su lado y en estos momentos recibe la visita de su hermano Alberto, quien llega acompañado de su colega J.J. Lugo Blanco. Juntos se embarcan en una vieja fragata estadounidense de la pasada 2° Guerra Mundial, restaurada y rebautizada como “Golfo de Cariaco”, desde donde realizan muestreos.
Durante los años 1949 y 1950 fue contratado para realizar los primeros estudios hidrobiológicos para el Ministerio de Obras Públicas. Las investigaciones dependen de la Dirección de Obras de Riego y específicamente a la División de Estudios Agroeconómicos, cuyo Jefe es Gustavo Padilla González. Realiza así numerosos muestreos con sus respectivos informes en varias cuencas de los estados Aragua, Carabobo, Cojedes, Yaracuy, Guárico, Lara, Portuguesa y Apure.
Para finales de 1949 su colección particular asciende a más de 50.000 muestras debidamente numeradas, catalogadas y en su mayoría identificadas. Parte de ella es depositada en la colección de peces de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, donde trabaja con Felipe Martin Salazar y Franz Weibezahn.
En 1950 vive en Caracas con su esposa e hijas, pero con frecuencia viaja a San Fernando de Apure, donde funda una manufacturera de peces denominada “Enlatadora D.S.” en la localidad de Mango Verde. Al fracasar en su intento se dedicó a utilizarla para empacar frutas y deja como encargado a Pablo García. Mientras tanto sus amigos de Cumaná, Marcial León y Julio Antón se asocian para instalar unos kioskos de venta de comida en el litoral central por una temporada, hasta que nuevamente Agustín le ofrece trabajo a Julio Antón y le pide se traslade a Mango Verde para que se encargue de la fábrica. Gracias a sus contactos con el Sr. Michelangelli, Gobernador del estado Apure, obtiene un contrato para diseñar y construir un grupo escolar en Apurito.
En 1951 se muda a Maracay y funda la “Granja El Piñal” en El Limón, donde cría aves de engorde y cerdos nombrando como encargado al Sr. Noguera. Su amigo Julio Antón se viene también a vivir a Maracay para trabajar con Agustín, quien convence también a su amigo Fernando Natella, que conoció y vive en San Fernando de Apure, para que se venga a Maracay y todos trabajen en la Granja. Las gallinas eran llevadas a un matadero en La Barraca que pertenecía a los dueños del comercio “La Gran Vía”.
En la Granja El Piñal mantiene y cría especies de peces de acuario y se asocia con Gabriel Trujillo Ramírez, primo de su amigo Manuel Vicente “Ramirito” Ramírez, para fundar un comercio de ventas de peces ornamentales en Maracay. Este negocio se llamó “Peces Tropicales” y estaba ubicado en la calle Miranda, cerca del cruce con la calle Vargas (frente a donde años después se construye el Centro Comercial Ríos).
En 1955 ingresa como ictiólogo y es nombrado Jefe del "Laboratorio de Investigaciones Piscícolas" del Ministerio de Agricultura y Cría en Maracay, donde trabaja con su amigo Manuel Vicente “Ramirito” Ramírez. Aquí diseña largos tanques de concreto, junto con su hermano Alberto, que formarán parte de unas instalaciones en El Limón, en Maracay, conocida como “Estación de Piscicultura”. Decide iniciar la colección de peces del Ministerio, donando parte de su colección particular y trayendo parte de los especímenes que tenía en Caracas y que había logrado organizar desde que era miembro de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle y en sus tantas expediciones particulares.
En 1955, su amigo Manuel Vicente “Ramirito” Ramírez, viaja a Estados Unidos para adquirir un camión Ford, modelo 1954, especialmente diseñado para el transporte de peces vivos y que será usado para repoblar especies en diferentes embalses del país. Su amigo Julio Antón es el encargado de manejar el curioso camión, pero pronto se dieron cuenta que el diseño de los tanques no era el más adecuado, ya que sus paredes rectas y perpendiculares favorecían que los peces se golpearan con los movimientos del agua en cada parada brusca del camión, por lo que la mortalidad resultaba muy alta, sin embargo, el camión fue utilizado hasta 1958.
Del 15 al 19 de abril de 1956 forma parte de los invitados a la primera "Expedición de la Universidad Central de Venezuela al Auyantepui". Además de Agustín, quien tenía como misión el estudio de los peces, lo acompañaron su hermano Francisco Fernández Yepes, quien junto con  Carlos Julio Rosales, Janis Racenis y J. Francisco Natera, estudiarían los insectos; Willy Ossott como ingeniero; Oswaldo Graziani y Diego Texera como fitopatólogos; Pedro Trebau y Gonzalo Medina Padilla para estudiar los vertebrados; José Vicente Scorza como parasitólogo; Luís E. Mathison, Volkmar Vareschi, Ludwig Schnee y Ernesto Foldats como investigadores en botánica y Luís Medina como especialista en suelos.
En 1957, se radica en Los Teques, en una casa sobre una colina al lado de la carretera Panamericana, muy cerca de la entrada a la población de Carrizales. El gobierno le ofrece un ambicioso proyecto para la construcción de un gran acuario en el Parque del Este de Caracas, el cual inicia con mucho entusiasmo. Para elaborar el proyecto solicita el apoyo de sus amigos Julio Antón y del excelente dibujante Marcial León. Poco a poco comienza a coleccionar y a acumular los peces vivos que serán colocados en los futuros acuarios del Parque. El proyecto se interrumpe cuando el 23 de enero de 1958 es derrocado el gobierno de Marcos Pérez Jiménez.
Permanece en Los Teques y el 13 de julio de 1958 nace su tercera hija, bautizada como Hilda Margarita y conocida como Sweety-pie.
Meses después del derrocamiento de Pérez Jiménez se corre la voz que serán perseguidos todos aquellos que apoyaron su dictadura. El Dr. Felipe Martin es nombrado como nuevo Director de Pesca y envía a Julio Antón a ocupar el cargo de Jefe de la Inspectoría de Pesca en Punto Fijo, estado Falcón. Temiendo ser objeto de persecuciones políticas Agustín decide mudarse a Barbados con su familia, lo que hace a comienzos de 1959. Allí dedicará su tiempo a una granja agropecuaria y en su tiempo libre a actividades pesqueras marinas. Luego realiza proyectos de obras civiles en la cercana isla de Antigua, los cuales ganan en concursos y le permiten tener ingresos económicos adicionales para mejorar su hacienda ganadera en Barbados. Estos proyectos, si bien no los puede ejecutar por no ser ingeniero, son seguidos bajo sus instrucciones.
En Barbados, meses después, recibe la visita de su hermano Alberto con su esposa Julieta, su suegra Rosa Francieri de Badillo y sus tres hijos mayores: Julieta, Alberto y Agustín. Todos disfrutan conociendo la isla, detalles de su arquitectura y construcciones, manejo de ganado lechero y por supuesto algunos interesantes aspectos de su fauna. 
De Barbados, regresa en 1964 a Venezuela y se residencia en la Isla de Margarita contratado por la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle para estudiar peces marinos. Entre sus múltiples ocupaciones, se dedica a mejorar sus técnicas para dibujar ejemplares junto con su amigo y gran dibujante Alfredo Almeida. También recibe frecuentes visitas de su viejo amigo dibujante Marcial León.
En 1965 regresa a vivir en Maracay para dedicarse a la labor de coleccionamiento, catalogación e identificación de peces en diferentes ríos y embalses del país y labora de nuevo de la Estación de Investigaciones Piscícolas de la Oficina Nacional de Pesca del Ministerio de Agricultura y Cría.
Ahora, junto con sus compañeros Manuel Vicente Ramírez y Julio Antón utilizan un nuevo camión Chevrolet diseñado para transportar peces, facilitado por el Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS) y equipado con compresor de aire para oxigenar los tanques, los cuales son ahora cilíndricos y ya no representan un problema para el traslado de peces vivos en largas distancias. En sus frecuentes expediciones para colectar peces vivos en los llanos lo acompaña su fiel colector José Moreno y sus sobrinos Alberto y Agustín Fernández Badillo.


Los colectores Emilio Yamin y José Moreno con
Agustín Fernández Yépez  en el Río Aguaro

Las instalaciones del Laboratorio de Investigaciones Piscícolas  ocupan uno de los edificios del complejo formado por el Centro de Investigaciones Agropecuarias (C.I.A.) del Ministerio de Agricultura y Cría y las Facultades de Agronomía y Ciencias Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela en la vía a El Limón en Maracay. Dentro de uno de los laboratorios, la pared del fondo incluye cuatro enormes acuarios de concreto empotrados a la pared, con su frente de vidrio, donde se exhiben algunas especies de nuestra ictiofauna. Estas instalaciones reciben frecuentes visitas de investigadores y otras personas que demuestran interés por los peces.
En mayo de 1965 el Dr. José Luís Méndez Arocha, Director de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas le solicita un estudio sobre los peces de la nueva represa de Las Majaguas en el estado Portuguesa. Acepta e inicia el proyecto con Julio Antón y después de un arduo año de trabajo muestreando diversas localidades de la región, en julio de 1966 publican los resultados y recomendaciones como “Análisis Ictiológico del Sistema de Riego de Las Majaguas”.
Aunque trabaja para la el Laboratorio y la Estación de Investigaciones Piscícola, de la Oficina Nacional de Pesca del Ministerio de Agricultura y Cría, se dedica ahora a realizar análisis ictiológicos de varias cuencas del país contratado por la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas. En la mayoría de sus salidas lo acompañan sus amigos Manuel Vicente Ramírez y Julio Antón. Como colectores y ayudantes lo apoyan Roberto L. Campano, José Moreno, Jaime Nalsen Bo, Blas Pineda, Alejandro Gómez, Hebel Salazar, Rafael Salazar, Ángel Mago, Pedro Mata, Liudmila Aguilera, María Isabel “Betty” Díaz y sus sobrinos Alberto y Agustín Fernández Badillo.
También se dedica a diseñar obras hidráulicas para controlar las aguas durante las épocas de sequía y lluvias, como el caso de la represa que denomina “Tipo AFY” para la cuenca del río Unare, así como realizar recomendaciones para la “siembra” de especies para el consumo humano y medidas para la conservación de las cuencas.
Su colección particular la integra a la del Ministerio de Agricultura y Cría, cuya numeración utiliza ahora las siglas M.A.C. y es para este momento, sin ninguna duda, la mayor colección de peces de agua dulce del país.
Desde 1965, en casa de su hermano Alberto Fernández Yepes en Maracay, mantiene un rincón con acuarios para tomarles fotos a los peces vivos y también dibuja gran parte de las especies que ilustrarán sus futuras publicaciones. Su trabajo de fotografía y dibujos lo aprovecha para enseñar sus técnicas a su sobrino Alberto Fernández Badillo, quien le ha demostrado interés por la fauna.
En estas frecuentes visitas a su hermano en Maracay no deja de participar en prácticas de béisbol con sus sobrinos Fernández Badillo y amigos, impresionando por la fuerza y dominio del picheo, lo cual jocosamente disfruta y alardea sanamente.
Sin dejar de frecuentar a Maracay sede de su trabajo, se radica de nuevo en Valencia en 1966 y en su tiempo libre se dedica a realizar una serie de dibujos a tinta china sobre detalles arquitectónicos de viejas casas de la ciudad, entre ellas detalles de la Casa de los Celis y el Portón de los Minguet, entre otros. Estos dibujos, enumerados, los imprime y comercia como tarjetas de Navidad en 1967 para financiar sus propias publicaciones.
En 1967 fallece su esposa Hilda Canelón Olivo, víctima de un ataque de asma, enfermedad que padecía desde hacía muchos años. Viudo en Valencia, con sus tres hijas su situación no es fácil. Meses después su hija Isabelita contrae matrimonio con Jaime Nalsen Bo (conocido como Boosy), colector y ayudante de Agustín desde hace varios meses. Su segunda hija Rebeca se residencia en Valencia en casa de su tío Gustavo Padilla González y familia, mientras la hija menor lo hace, primero en casa de la familia de su tío Francisco Fernández Yepes en Maracay y luego de su tío Rafael Herrera Fernández y familia en Caracas.
En 1967 gana por concurso la Dirección de la Oficina Nacional de Pesca, pero por no estar involucrado políticamente con el gobierno nacional de Raúl Leoni del partido Acción Democrática, no le fue reconocida su opción al cargo y sólo fue nombrado Coordinador Nacional de Asuntos Pesqueros, asunto que le causa mucha molestia por considerarlo injusto.
En agosto de 1967 Agustín participa en Caracas en el “Primer Foro Internacional sobre Planificación y Desarrollo Pesquero”, donde es Coordinador de la Comisión de información básica y presenta una “Evaluación de los Recursos Acuáticos Renovables” en los 35 complejos continentales en los que divide al país. Además, junto con Manuel Vicente Ramírez, presentan el trabajo “Los Caribes (Serrasálmidos) de Venezuela y las Pesquerías”.
Se casa en segundas nupcias con Elba Vergara (1930-1989), cuya unión comparten con dos hijos: José Antonio (1967), reconocido por él y Markiana (1968).
Agustín sueña con hacer un catálogo completo de los peces del Neotrópico y en 1968, publica como “Evencias N° 21”, la primera parte de “Peces Continentales Neotropicales”, donde incluye las generalidades y parte de las claves para géneros. Al año siguiente publica como “Evencias N° 24”, el volumen 2 de “Peces Continentales Neotropicales” donde continúa con las claves para los géneros.
En 1968 el Ministerio de Agricultura y Cría y la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales acuerdan conferirle el reconocimiento como “Premio Nacional de Conservación 1968”. El acto de entrega se realiza el viernes 29 de noviembre en la sede de la Sociedad en El Paraíso, Caracas. En el mismo intervienen con discursos, primero Ramón Aveledo Hostos como Presidente de la Sociedad, luego Alejandro M. Osorio como Ministro y finalmente Agustín como el homenajeado, quien resalta la mala gestión del presidente de la República Raúl Leoni.
Como “Evencias N° 23” en 1969 publica “Contribución al Conocimiento de los Serrasálmidos”, donde señala al “Caribito”, Pygocentrus striolatus como una especie que no se conocía en el país y describe al “Caribe Pintado”, Serrasalmus nalseni, como una especie nueva que dedica a Bo Jaime Nalsen, su colector, yerno y gran colaborador en sus investigaciones en la Estación de Investigaciones Piscícolas.
En 1968, en el Boletín del Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente (7: 1: 7-72), aparece su publicación “Contribución al Conocimiento de la Familia Doradidae en Venezuela” donde describe como nuevos para la ciencia a los géneros Anduzedoras, Deltadoras, Hildadoras y Sachsdoras y a 11 nuevas especies, además señala 4 géneros y 3 especies no conocidos anteriormente para Venezuela.
El 18 de abril de 1968 nace en Valencia su primera nieta, Susana Isabel, hija de Jaime Nalsen Bo e Isabel Fernández Canelón. La niña fue bautizada en Maracay el 27 de julio de 1968 en la Santa iglesia Parroquial “María Reina del Universo” en El Limón.
Para las elecciones de diciembre de 1968, es un fiero crítico de la gestión presidencial del partido Acción Democrática y su presidente Raúl Leoni y se lanza como candidato a diputado por Aragua con el grupo político de izquierda denominado Partido Revolucionario de Integración Nacionalista (P.R.I.N.), por su parte su hermano Alberto lo hace como candidato a diputado por el también grupo de izquierda denominado Movimiento Electoral del Pueblo (M.E.P.), ambos grupos, originados de disidentes del tradicional partido Acción Democrática, apoyan al Dr. Luís Beltrán Prieto Figueroa para la Presidencia de la República. Su otro hermano Francisco, es candidato a senador del Congreso Nacional por el estado Aragua con el partido de derecha social cristiano Copei. Ninguno de los tres resulta electo. El nuevo Presidente de la República es Rafael Caldera por el Partido Copei.
En julio de 1969 viaja en su vehículo propio por las carreteras colombianas hasta Bogotá, para asistir a reuniones representando la Oficina Nacional de Pesca del Ministerio. Lo acompaña su sobrino Agustín Fernández Badillo. La carretera enteramente montañosa pasa por Málaga, Tunja, Cucosan, para finalmente llegar a Bogotá.
Entre varias expediciones, hace una a la región de Maripa acompañado de su sobrino Agustín Fernández Badillo, donde consigue unas parcelas y piensa fundar una estación piscícola para estudiar los peces del río Orinoco.
Agustín Fernández Yépez
con un ejemplar de Payara

Acompañado de José Moreno y con frecuencia de su hermano Alberto Fernández Yépez, su amigo Gregorio Ulloa y sus sobrinos Alberto y Agustín Fernández Badillo realizan frecuentes expediciones de colecta de peces en diferentes ríos llaneros de los estados Guárico y Apure. En muchos los peces son transportados vivos al Laboratorio de Investigaciones Piscícolas de la Oficina Nacional de Pesca del Ministerio de Agricultura y Cría, sede de su trabajo en Maracay.
Viaja a España. (?)
En marzo de 1970 Agustín es entrevistado por el periodista Arístides Bastidas del diario “El Nacional”. Hace declaraciones graves sobre el manejo de los fondos para investigación por parte del gobierno nacional, ahora de Rafael Caldera, particularmente a los conocimientos cuestionables de supuestos expertos de la FAO que contrataron para el país sin ninguna justificación. Concretamente señala que se destinan anualmente cinco millones de bolívares para unos técnicos pesqueros enviados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), mientras que a los investigadores nacionales como él, que trabajan en el mismo campo y con mayor conocimiento, sólo les conceden unos treinta mil bolívares anuales, es decir ciento sesenta veces menos. Su indignación es mayor cuando lee unos documentos de la FAO y descubre que estos técnicos extranjeros son totalmente ignorantes de la realidad nacional, a tal punto que hicieron un folleto donde ponen como animales de río a peces de mar como al cazón, el pez espada, el carite y hasta a sardinas que se pescan en los mares de oriente y son enlatadas y además en un informe afirman que los venezolanos consumimos mil toneladas de un determinado bagre, una especie que nunca es objeto de consumo y es rechazada por vivir a veces en ambientes cercanos a aguas negras. Las declaraciones aparecen publicadas el 15 de marzo de 1970 y días más tarde, lo visita un funcionario del MAC para presionarlo a que renuncie a su cargo o en su defecto sería destituido del mismo. Lejos de quedarse callado, renunció e inmediatamente realizó nuevas declaraciones denunciando su forzada destitución y las razones de ello, las cuales fueron publicadas en el diario “El Nacional” los días 21 y 29 de marzo.
Trata de buscar un nuevo trabajo en la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, con el cual mantiene unos trabajos de inventario de peces, pero le cierran las puertas y así sucede con otras instituciones donde acude. Es invitado a participar en el "I Foro sobre Conservación de Recursos Naturales Renovables" y en lugar de asistir entrega un folleto elaborado por él con las copias de sus declaraciones en contra de los técnicos de la FAO, alternado con consignas que señalan: “Venezuela: Donde trabajar profesionalmente es delito”, “¿Por qué no se investiga si yo tengo razón?”, “¿Por qué el M.A.C. presiona ante otros organismos para que no se me de trabajo?”, “¿Por qué se me acosa? ¿Quién lo paga?” En la contraportada del mismo folleto incluye el siguiente escrito dirigido a los delegados.
Discurso dirigido a los delegados y ponentes del I Foro sobre Conservación de Recursos Naturales Renovables de 1970", donde, con fecha del 14 de julio y su firma, escribe:
“Recibí con fecha 4 de mayo carta invitación a participar en este FORO. Honestamente fui hasta hace poco un gran preocupado por NUESTROS RECURSOS NATURALES RENOVABLES y durante mucho tiempo hice labor conservacionista, hoy no me siento con el entusiasmo para ello y me prometo no tomar parte activa en ninguna actividad, sociedad, foro, club o seminario que conlleve como fundamento la conservación de nuestros recursos naturales renovables mientras en el Ministerio, persista la situación actual de persecuciones policiales y ocupen cargos técnicos politiqueros no capaces. Se me preguntará porque motivo y cual es la razón para actuar así y les contestaré con una sola frase: LA DESTRUCCIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE. No me refiero con ella solamente a la destrucción del hombre en las guerras del VIETNAN o ISRAEL; no me refiero a los paredones de CUBA, ni a las mazmorras y disimulados campos de destrucción de nuestros DEMOCRÁTICOS PAÍSES, ya que ellos sólo destruyen físicamente un reducido grupo de humanos; me refiero a la destrucción que se lleva a cabo en la gran masa estudiantil del mundo, así como a una gran mayoría de graduados universitarios. Todos los antes nombrados son parte integrante del eje de RECURSOS NATURALES RENOVABLES cuya periferia está formada por los animales y las plantas. Nos hemos dedicado a programar la conservación de la concha destruyendo el corazón de los recursos, a sabiendas de que no llegaremos a ninguna parte mientras no salvemos al hombre-ciencia, al hombre-universidad y al hombre-campo; estamos entregados con los brazos cruzados ante el hombre-monopolio, el hombre-especulación y el hombre-politiquero. Nada marchará y nada saldrá adelante de este foro mientras haya hombres-politiqueros ocupando cargos para los cuales no están capacitados; mientras haya hombres-monopolio con influencia y sus opiniones y sus decisiones se acaten sin pesarlas y mientras hombres-especulación se dediquen a tomar decisiones que sólo conlleven el beneficio propio y no al del país. Hombres como los anteriores sólo destruyen a los demás, siendo peores que los incendios forestales, las sequías o las inundaciones, ya que destruyen la fe, la esperanza y la confianza de las nuevas generaciones. ¿Qué se puede esperar de un país en el cual sus recursos humanos están siendo destruidos sistemáticamente por los hombres-politiqueros? ¿Qué se puede esperar de un país en el cual sus hombres-ciencia son obstaculizados y atacados por los hombres-especulación? ¿Qué se puede esperar de un país en el cual sus hombres-universidad se pliegan ante el beneficio propio y el hombre-monopolio en detrimento de la nación? ¿Y qué se puede esperar de un país en el cual el hombre-campo permanece abandonado y nada se hace por incorporarle a la vida nacional? La destrucción del recurso animal y vegetal es muy grande, pero remediable si se salva el recurso humano primero. Soy muy claro, siempre lo he sido cuésteme lo que me cueste y recalco en esta oportunidad lo dicho en otras ocasiones: mientras estemos atacándonos y destruyéndonos unos a otros por envidia y egoísmo, sin aceptar la posición que como hombre-X nos corresponda en cada caso, estamos destruyendo a Venezuela. Es duro decirlo pero necesitamos aprender mucho humanamente, no refiriéndome al aspecto cristiano, que en este caso no interesa, sino al aspecto mental, para después dedicarnos a la salvación de animales y plantas y salvar así a nuestro pueblo. Para terminar quisiera pedir a los colegas conservacionistas un boicot para este FORO, pero comprendo que es mucho pedir y no vale la pena correr el riesgo de sanciones innecesarias, pero si deseo que alguno de ustedes tome en mi nombre la palabra, ya que personalmente no puedo hacerlo y haga constar y que quede en actas, de mi voz de protesta ante la actitud encubridora, desleal con Venezuela, represiva y policial existente en el MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRIA”.
La prensa recalca que el impulso de nuestra industria pesquera se debe a que los inversionistas recibieron la colaboración de los callados investigadores como el propio Fernández Yépez, Francisco Mago, Frank Weibezahn, Rafael Martínez, Germán González, José Osuraldo Silva y el recientemente fallecido Rafael Curra.
En julio de 1970 publica su “Análisis Ictiológico del Complejo Hidrográfico (07) Río Unare” y en julio de 1972 aparece la publicación “Análisis Ictiológico del Complejo Hidrográfico (04) Río Yaracuy”. Ambas obras son editadas por la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, en un formato grande, diseñados e ilustrados por el mismo Agustín, bien con sus propios dibujos o con las fotografías de Martin Hruskevec, fotógrafo de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela.
Se separa de su segunda esposa Elba Vergara.
En 1972 (?) es contratado por el Dr. Kenneth Mathison como asesor para el estudio de los recursos marinos por Corporiente. Se muda de nuevo a Cumaná y se lleva como secretaria, a la ahora su pareja, María Isabel “Betty” Díaz Pinto, con quien contrae matrimonio por tercera vez y de esa unión nacen Agustín Enrique y Rafael Agustín. Adquiere una finca en Caripe donde establece su hogar. En Chamariapa, cerca de Cariaco, diseña y construye unos tanques para la cría de peces.
El 13 de diciembre de 1973 nace su hijo Agustín Enrique.
Desde principios de 1973 participa como invitado especial para presentar un segmento semanal sobre fauna dentro del programa del canal del estado “Venezolana de Televisión” llamado “Así es mi Tierra” y conducido por Luís Brito Arocha. Allí continuará hasta finales de 1973. El programa se hace muy popular y particularmente la familia y amigos no se pierden cada semana su transmisión.
En 1974 (?) es contratado por la "Fundación para el Desarrollo Centro-Occidental (Fudeco)" y se radica ahora en Barquisimeto.
En 1975 le diagnostican cáncer en los huesos, lo que lejos de causarle temor, lo asume con resignación y se lo comunica a la familia diciendo: “Esta enfermedad no acabará conmigo”. A pesar de tener que afrontar fuertes dolores y duros tratamientos realiza un viaje al río Caura como ictiólogo de una expedición y a bordo de bongos y curiaras toma muestras de la ictiofauna del lugar.


Agustín Fernández Yépez
viajando por el Río Caura

Durante 1976 y 1977, al no tener ningún ingreso laboral, se dedica a la pintura con la finalidad de obtener recursos económicos para su tratamiento.
Una noche estando en Valencia, el carro en que va, conducido por su cuñado Gustavo Padilla González y acompañado también por su hermana María Isabel de Padilla, sufre una pequeña coalición con otro vehículo, donde todos salen ilesos menos Agustín que, por el débil estado de sus huesos, sufre de diversas facturas y debe ser hospitalizado de inmediato. Al día siguiente 27 de marzo de 1977, en la Clínica La Viña, fallece en Valencia a la edad de 60 años.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias.

Markiana dijo...

Gracias.
Markiana Fernández Vergara de De Lima.

Anónimo dijo...

Conocí al Sr. Agustín. Trabajé con el a mis 15 años. Mi padre: Angel Rivas y yo, Alfredo Rivas, vivimos en su casa, detrás de la alcabala del Peñón, en Cumaná. Trabajamos en un proyecto en la Esmeralda, pueblo a orilla de playa muy cerca de Carupano. Eran unas casas que tendrían unos frigoríficos para recibir y comprar el producto de la pesca de los pescadores del pueblo. La idea era eliminar el intermediario. Al mismo tiempo estaba construyendo unos estanques en una ciénaga en el pueblo de Cariaco, para criar peces para comercializarlos.
Inicialmente mi padre sería el encargado del proyecto de Cariaco. Luego el señor Agustín dejaría encargado a José Moreno, y mi padre y yo pasamos al proyecto de la Esmeralda. Luego de pocos meses después, semanas más bien, el nos dijo que CORPORIENTE le había objetado lo que se nos pagaba a mi padre y a mi.
Si recuerdo que el mencionara a su hija Markiana, y la razón que le inspiró poner ese nombre a su hija.